Cuando era niño y jugábamos fútbol en el colegio desde el inicio estuve claro en una cosa, solo estando en la jugada, teniendo el balón; es que puedes ser reconocido, ser útil, tal vez ser nombrado la figura o simplemente por que solo siendo útil uno se queda en el equipo; y por dios que siempre quise estar en la jugada, correr tras el balón y pelear entre todos, amigos y enemigos por patear el balón y hacer lo preciso en el momento correcto, en el fútbol nunca me fue fácil; la ansiedad a «estar ahí» hacia que cuando ese momento llegaba lo que debía ser un toque sutil o un remate portentoso se convertía en un desacierto monumental y jocoso.

En la vida en general el tema es el mismo; los héroes son los que agarran las lanzas y saltan a la pelea; los que matan al malo; no se hacen películas sobre el tipo que prepara el rancho o el que plancha las camisas; Ajax el guerrero solo es reconocido miles de años después de su muerte por estar en la pelea hombro a hombro con otros grandes guerreros; la mayoría sabrá del 10 Argentino en el mundial ’86 pero solo los adictos podrán decirme quien era el numero 18 o el 16 en esa misma selección, ellos son la lechuga en un buen plato de bistec.
En mi trabajo me las arregle por mucho tiempo, no solo para estar en la jugada, si no para ser «kind of» bueno en el juego y a veces también por ser el numero 10, discretamente claro (la vanidad no es buena aliada cuando trabajas en equipo).
Eso fue hasta que llego mi anterior jefe, quien un día se acerco y me dijo «tengo un puesto muy importante para ti» y me saco de la jugada, y no, no me cambio de posición, no fui a la banca, me puso en la tribuna; y desde ahí trate de ser un «team player» de hacer lo mejor posible aquello que se me había encargado, aun cuando no me gustará lo que hacia, ni sintiera que era aquello en lo que podía ser mejor. Simplemente hice lo que me pidieron hacer.
Bueno ese jefe acaba de dejar la empresa y antes de irse decidió junto con otros «elders» cual seria mi destino; y bueno, el resumen es que no volveré a la cancha , tampoco a la banca, parece que jugare en otra cancha, en otro deporte y con otro equipo.
Aquellos que llegaron con él a la empresa seguro lo extrañaran, aquellos que no fueron parte de su plan seguro celebraran su alejamiento, y lo tomaran como una especie de compensación; ¿Yo? me quedo con una extraña sensación, de fustración, de tristesa, de incomodidad; fustración por que nunca pude «leerlo» como jefe, no pude o no me dejo conocerlo como personas y no supe entender su modo de trabajar y aunque él me lo dijo muchas veces tampoco entendí completamente por que despidió a todo mi equipo y me dejo solo a mi. Me quedo triste por que deje de hacer aquello que me gustaba hacer, aquello que era «lo mio» e incomodo por que las canchas en las que me ha puesto antes de irse son ajenas, lejanas, diferentes y ahí soy el nuevo, sin victorias ni empates y mucho por demostrar.
También quedo agradecido por devolverle dignidad al trabajo, por las vacaciones completas y los permisos sin palabras entre dientes, por la confianza en la capacidad de cada cual y por que aun siendo distante y callado algo aprendí de él.
¿Me quejo? naaa 98 de 100 veces en el juego que es la vida no elegimos ni las fichas ni las jugadas, esta es una de esas veces, no sé como acabará esto, pero si fracaso sera tratando de regresar a la jugada, de tener el balón y de ser útil.
Chau y gracias
😛
Soy un fucking quicuyo!! soy como los chistes de Jaimito!!, soy la H1-N1 en Bolivia!! soy Rambo en una guerra de paint ball!! … soy simplemente un sobreviviente!!!
No, no es que empiece este post con el ego en ebullición; eso no, lo anterior no es mas que mi mantra particular que repito sin roche y a escondidas, cada vez que laboralmente el suelo empieza a simbrarse y crear ondulaciones amenazantes.
Verán, hace tiempo que trabajo (si hacer lo que hago y disfruto haciendo puede ser considerado un trabajo), en un área dedicada a generar, mantener y publicar sitios y negocios en Internet, un área de una empresa digamos «medio» grande. y aunque sobre mi chamba he aprendido muchisimo (sobre todo por que siempre he tenido la suerte de trabajar con gente que sabia bastante y que además tenia la grandeza de compartir sus conocimientos conmigo, cosa que aprendí y trato de siempre hacer) no considero ser un guru, ni mucho menos un experto (por eso siempre me abstengo de hablar sobre un tema en el que TODOS creen saber mucho).
El asunto es que cada cierto tiempo, dos o tres años, máximo. la empresa cual rinoceronte se da cuenta que tiene un pajarito en la nariz que es el área web, y se sacude vigorosamente; resultado de lo cual la mayoría de mis eventuales compañeros de trabajo, salen literalmente volando; con el consabido dolor de corazón, para los que quedamos. Lo curioso es que ese proceso se repite desde hace 15 años periódicamente, y durante esos 15 años he sido testigo de todos los remesones, esto ha tenido dos efecto en mi, en primer lugar me dejado en la orfandad absoluta de amigos, compañeros y jefes mas de una vez , Segundo empiezo a sentirme como el veterano sargento de la películas de guerra que sobrevive por que ya le perdió el miedo a no hacerlo, y en realidad ya pase bastante tiempo en las trincheras de la incertidumbre pensando y dudando entre esperar que «me dejen ir» o renunciar y planeando miles de escenarios alternativos.
Total, amanece todos los días, y seguro así será aun cuando yo este trabajando en mi casa o en otra casa.
En fin, en el final de esta era de paz y tranquilidad e inicio de la ultima era glacial-laboral, que ya no es una amenaza si no que es una realidad, parece que no habrá tantas bajas como antes, pero nunca se sabe, en realidad nunca se sabe, la gente no sale por ser mala en su trabajo, ni por cobrar mucho ni por haber metido la pata. simplemente salen.
Si la suerte está conmigo seguiré siendo el único testigo que quede para contarla, si no también la contare pero sentado en alguna otra butaca; hace unos días uno de mis compañeros, me dijo entre risas que debería editar un manual del sobreviviente corporativo.
Si no me congelo cual Mastodonte en pradera, en esta nueva era glacial, prometo que lo pensare. 🙂
*quicuyo= hierba mala que crece en la sierra, para eliminarla se suele hechar querosene a las raíces y prenderle fuego… generalmente retoña.
**imagen= Sargento Roebuck, un gran amigo de mis épocas de Call of Duty, prestado de http://callofduty.wikia.com/wiki/Roebuck

Trabajar en la planta baja de un edificio, tiene sus ventajas:

  •  no hay ventanas que me traigan el sol asesino que hay afuera,
  •  no escapa el aire acondicionado,
  •  no extraño estar tirado en la arena como un cangrejo.
  • No me doy cuenta que hora del dia es

Lo malo es el color a albino que estoy agarrando y el apolille que tengooo