Lo vi y reconocí esa cara, y escuche en sus palabras la misma pregunta tácita que muchas veces solía oír en mis propias frases. ¿que se hace,’ ¿Que hago?

Poco después me acerque a el y sin «mucha luz» le dije que yo sabia lo que era eso, me miro avergonzado y me dijo, no es nada, es psicológico, lo tengo acá (tocándose la cabeza) es cuestión de que me convenza de que no es nada y se pasará solo, me sonrió y siguió en lo suyo.

El tema es que los ataques de pánico o ataques de ansiedad, no siempre son cosas «psicológicas» no es algo que te imagines y que se va cuando tu digas, son, de acuerdo a lo que humildemente puedo saber, en el 80% de los casos una de las fases finales de un desbalance químico en el cerebro, que si no se trata puede llevar al suicidio, a la locura o cualquier punto intermedio.

Y no, no es que ahora me gano un sencillo haciendome el neuro-psiquiatra , lo digo por que me lo dijo en mi cara pelada un doctor en la clínica Ricardo Palma (un capo) y que de estas cosas sabe un laaargo rato.

Por pensar de la misma forma que mi joven colega, yo pase 4 años padeciendo estos episodios, cada vez mas fuertes y 3 años mas curándome. yo también creía que si era una cuestión «psicológica» era cuestión de que yo asuma el control de mis pensamientos y me deje de mariconadas! ¿ataques de pánico? ¿a los hombres??

Pues si, a los hombres, en un gran porcentaje y en menor proporción también a las mujeres.

No se y no me dijeron la causa, pero lo que es cierto es que no se presenta de improviso, lo llevamos dentro por años, en mi caso según el doctor era algo que podía haber empezado a mis 15 o 14 años.

¿y de que se trata este embrollo? pues aunque para el 98% de nosotros sea desconocido o poco conocido, el cerebro no es mas que una compleja masa de reacciones químicas, perfectamente balanceadas; que nos permiten desde sonreír , oler, llorar, comer, dormir y todos aquellos detallitos que normalmente ni pensamos pero hacemos; y el cuerpo, genera de manera automática los químicos necesarios para que ese balance se mantenga lo mas estable posible durante toda tu vida útil, si tienes suerte.

Puede ser por predisposición genética o por los desordenes que hacemos en nuestro organismo con el azúcar, preservantes, colorantes, alcohol, nicotina, otras inas, lípidos, ácidos, grasas y demás linduras que nos metemos compulsivamente al organismo sumado el nivel de stress permanente al que nos sometemos y que nos hace vivir adrenalinizados 24 horas al dia. Que el cuerpo altera su metabolismo y deja de producir la cantidad necesaria de algún químico y tu cerebro empieza a cambiar, a compensar esas carencias, durante años hasta que un buen día empieza a tener «calambres»; estas viendo una propaganda de lo mas estúpida y te saltan un par de lágrimas, de la nada, estas viajando en taxi y te da miedo la velocidad, estas sentado en tu cama y sientes claustrofobia.

Les llamamos ataques de panico, de ansiedad y culpamos al clima, al trago, al trabajo, a la enamorada, a la pelea con los papas, pero jamas escuchamos de donde viene en realidad el llamado de auxilio.

Mi colega tiene alguito de razón, esta en su cabeza, si! pero no es algo que se cure deseándolo, o proponiéndoselo o enfrentándolo, así solo alargara los problemas

Antes de llegar donde el doctor y una vez que mi orgullo de macho se doblego , fui a psicólogos, varios; e invariablemente empiezan a analizar tu relación con tus padres, con el sexo, con tus hermanos, para ver de donde sale tu «complejo». Perdí el tiempo; No por que la psicología no sirva, es que simplemente no es su área.

y cuando uno de ellos me sugirió un psiquiatra casi le arranco la cabeza, ¿Loco yo? ¿loco yo¡¡¡? .

Tuve que encontrarme con un amigo que ya había caminado el mismo sendero que yo para volver a tragarme mi orgullo y mi temor y acercarme donde el neuro-psiquiatra.

Y puedo decir sin exagerar que ese señor me devolvió una vida que estaba perdiéndose; en la primera semana de tratamiento ya era diferente!, claro que el tratamiento para una enfermedad de años, son años también, pero es increíble como se siente la mejoría.

Cada caso es diferente, cada medicamento es para una cosa distinta, lo que me dio a mi seguramente no le servirá a 8 de 10 personas.

La moraleja de esta historia que ya se alargo demasiado es que se guarde el orgullo para cosas mas importantes y que si reconocen algunos de los síntomas, hay que ir al especialista!! y si estas en Perú y por casualidad llegas a estas lineas no olvides: Jaime Eskenazi Schmerler, Clínica Ricardo Palma.

;P